Airbnb y gentrificación en Puerto Rico
Airbnb y gentrificación en Puerto Rico
Puerto
Rico sin duda tiene muchos ofrecimientos para potencializar el turismo. Sin
embargo, hasta qué punto el turismo se convierte en un lucro para unos y una
pesadilla para otros. Este es el caso de los Airbnb y el auge de los arrendamientos
a corto plazo en la isla, especialmente en la zona urbana y costera. El
alquiler de los Airbnb puede parecer una opción conveniente desde la posición
del turista internacional o local. Sin embargo, son varias las consecuencias
que tiene esta nueva y creciente modalidad sobre los residentes. Actualmente,
el tema comienza a tomar auge entre la prensa, el gobierno y las personas
afectadas o beneficiadas por esta dinámica turística.
Por ejemplo, en el Viejo San Juan hay un
total de 1,012 hospedajes funcionando como Airbnb. En 80 grados se plantea que
‘toca darse una vuelta por el Viejo San Juan para ver la cantidad de candados
con códigos que se colocan en las puertas para que turistas (de Puerto Rico o
extranjeros) entren a los edificios residenciales y se queden allí como en
cualquier hotel” (Caballero, 2018). Esto demuestra la fuerte presencia que
están tomando los Airbnb en esta zona donde a muchos puertorriqueños y puertorriqueñas
se les cierra la accesibilidad al Viejo San Juan. Otro aspecto negativo sobre
los Airbnb es que “cada día es más difícil para un posible inquilino, rentar un
apartamento para vivir en el Viejo San Juan porque a los dueños de las
propiedades les es más lucrativo alquilarlos a corto plazo. Puede ser que un
propietario genere, alquilando en una semana con Airbnb, lo que le pagaba un arrendatario
por un mes” (Caballero, 2018). Por otro lado, la convivencia en condominios
donde algunos propietarios rentan sus apartamentos como Airbnb se vuelve
hostil. Según residentes tienen que “lidiar con personas que se creen que el
condominio es un hotel, que no respetan la propiedad privada, entran como Pedro
por su casa sin hacerle caso al guardia, cogen cosas que son del condominio y
se las llevan o discuten con palabras soeces en el área de la piscina”
(Tellado, 2019).
Los espacios no tienen el mismo
significado ni el mismo propósito para un turista y para un residente. Desde el
turista se busca el disfrute y el anonimato, ya que vienen de pasada sin tener
que pensar en la cotidianidad ni en normas de convivencia. Mientras que el
residente necesita que su intimidad se respete y que su espacio sea uno de
tranquilidad, ya que es el lugar en donde manifiesta su vida. Sobre esta
problemática algunos consejos de titulares han enmendado sus reglamentos para
evitar el alquiler a corto plazo. Sin embargo, si se aprueba el “Proyecto de la
Cámara 1874, que busca establecer una nueva Ley de Condominios. En su Artículo
36, el proyecto de ley dispone: “En los inmuebles sometidos al régimen de
propiedad horizontal no se podrá prohibir el arrendamiento de los apartamentos
a corto plazo”. Ante esta nueva política hay que mantener una visión crítica
que vea más allá del turismo, la realidad social y económica que implican los
Airbnb para los residentes de Puerto Rico. Por medio de una campaña de turismo
se puede disfrazar todo un proceso de gentrificación en el país.
Caballero, I. (2018). Airbnb en el Viejo San Juan. Recuperado de https://www.80grados.net/airbnb-en-mi-viejo-san-juan/
Tellado Domenech, R. (2019). Fuerte disputa por alquileres a corto plazo. Recuperado de https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/fuertedisputaporalquileresacortoplazo-2477270/
Me parece super interesante este punto de vista, porque aunque resido en P.R. he utilizado sin numero de veces air bnb y había solo visto el lado de la moneda de que son económicos, accesibles, buenos para pasar un fin de semana (lado positivo); pero esta problemática que viven los vecinos y el impacto que esta nueva modalidad que implica competencia para las personas que desean rentar apartamentos a largo plazo y adicional la implicación de molestia que significa tener personas entrando y saliendo al lado de tu casa, haciendo ruido etc. Entiendo que se debe tomar en consideración y validar estos hechos y problematizarlos, y como menciono mi compañera en su publicación tener una mirada mas critica en cuanto a lo que significa los Airbnb a los residentes de P.R. y antes de crear una ley que beneficie a unos pocos ver como se puede llegar a un consenso para que todas las partes estén bien.
ReplyDeleteCreo que hay que establecer un balance entre gentrificación y promoción de empresas privadas/inversión económica. Si bien en cierto que el Airbnb contribuye a desplazar comunidades también hay un argumento sobre qué significa desplazar/gentrificar y qué beneficio trae Airbnb a Puerto Rico desde un aspecto de desarrollo económico local y creación de empleos. Lo mismo ocurre con la compañía Uber. Creo que se deben establecer límites y legislación a favor de las comunidades pero no necesariamente sacar a Airbnb de Puerto Rico. Ejemplo: La compañía Uber llegó a un acuerdo con la unión de taxistas locales sobre quién buscará pasajeros al aeropuerto. El acuerdo beneficia a los taxistas locales. Esta es la importancia de la sindicalización.
ReplyDeletePersonalmente uso la aplicación de Airbnb, pero nunca me había percatado de este punto de vista que afecta directamente a los vecinos e incluso a otras personas que quieran tener acceso a ciertos espacios turísticos, pero debido a una aplicación que tal vez no todos tengan acceso, no puedan hacerlo. Por otro lado, esto me llevo a pensar que si la mayoría de los Airbnb están concentrados en áreas como San Juan, Que efectos tiene para aquel dueño que no tiene las herramientas para alquilar su casa a través de Airbnb y cuáles son los efectos en otras áreas de Puerto Rico que también dependen del turismo. Debemos estar conscientes de promover otras formas de hacer turismo que sean inclusivos para diversas áreas de la Isla.
ReplyDeleteThis comment has been removed by the author.
ReplyDeleteLlevo utilizando muchísimo tiempo AIRBNB e incluso mi hogar está registrado en dicha plataforma, ahora mismo no está activo, pero hubo un momento en mi hogar de gran crisis económica en mis años de bachillerato que recurrimos a esta alternativa, en otras palabras, decidimos arrendar a corto plazo un espacio de nuestro hogar y nos sacó de apuros. Yo manejaba la plataforma y era quien atendía a los turistas, me encargaba de que tuvieran una experiencia diferente de Puerto Rico. Tratábamos de recibirles con alcapurrias de verdad. Tuve la oportunidad de interactuar con nicaragüenses, estadounidenses, españoles, franceses, etc.
ReplyDeleteSoy también mochilera y viajera, y por esa razón amo muchísimo AIRBNB porque me facilita tener una experiencia más local y directa con los residentes de cada país al que visito e inclusive en mi propio país. AIRBNB en un país colonizado es interesante porque es como la oportunidad de que un local sea embajador de la cultura boricua.
Me he criado dentro de la industria turística y haciendo trabajo de base desde la comunidad y para la comunidad. Así que no ignoro que si no se regula los alquileres a corto plazo a través de Airbnb indirectamente estaremos estimulando a una ‘gentrification’. Ahora bien sí creo que se puede convivir armoniosamente entre los turistas y los residentes, pero claro: ¿dónde está la política pública que se necesita? Más allá de seguir flexibilizando al papagayo, necesitamos hacerle frente a la problemática y analizarla desde un contexto de derechos humanos. El gobierno de Puerto Rico debería de poder sentarse a conversar con los coordinadores de Airbnb para conocer mejor cómo funciona antes de planificar cualquier otra cosa. Por otro lado, deberíamos poder mirar cómo se está manejando este asunto en otros países, por ejemplo, en Cuba no había ni una sola noche o estadía en Airbnb que no se conociera ni regulará. Tenía que presentar mi pasaporte en cada casa particular para así ellos añadirme al registro del estado y ellos poder generar impuestos en base de ello. Entonces sí es posible llegar a acuerdos y que el Estado tenga mayor injerencia en esto. Es imposible concebir que sea más difícil arrendar para un residente. Eso no debe de ignorarse, hay que identificar qué mecanismos se están utilizando en países como Canadá, Colombia, Cuba, entre otros para regular e intentar evitar la gentrificación y/o desplazamientos involuntarios.
También pudiéramos estudiar la lucha de los residentes en New Orleans ante Airbnb. Lugar que sufrió hace más de una década un huracán y aún continúa recuperándose de aquellos estragos.
He utilizado esta aplicación durante mucho tiempo y me parece excelente porque aparte de lo económico te da la oportunidad de estar quedándote en un vecindario de algún municipio de la isla, lo cual para mí hace más rica la experiencia. Claro está, deben existir regulaciones, pero el airbnb ayuda a muchas personas del país con su sostén económico. Es un tema que se debe tomar con pinzas porque como mismo existen los contras de esta aplicación, también existen beneficios. El airbnb es algo muy útil para el puertorriqueño como para el turista.
ReplyDelete