FLOR DEL DESIERTO

         

La meta 3 del objetivo 5 contiene lo siguiente: Eliminar todas las prácticas nocivas,
como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
Leer esta meta me llevó a recordar una película que vi hace unos años, la cual contiene
justamente estas situaciones, del matrimonio infantil forzado y de la mutilación genital.

Me parece interesante el análisis que se puede realizar de esta película, ya que está basada
de una novela de un caso de la vida real. Además podemos ver la interseccionalidad
por las diversas categorías de discriminación que se puede observar en ella,
por ejemplo es mujer, niña, negra y de un país de África. Los niveles de opresión
son mayor ante la diversidad de categoría mencionadas anteriormente, ya que tiene que
enfrentar, la discriminación y la falta de oportunidad e igualdad (Bouteldja, 2013).

Flor del desierto, es una película basada en la novela que lleva ese mismo nombre y aún

más en la historia vivida por la Modelo Waris Dirie, la cual es escritora y activista en
contra de la mutilación genital femenina. A la edad de 5 años le practican la ablación y
cuando cumple los 13 años Waris se entera de que su padre tiene intención de casarla como
cuarta esposa con un hombre mayor, se da cuenta de que no tiene más remedio que huir,
esto con ayuda de su madre, encuentra trabajo como sirvienta con unos parientes lejanos
en la embajada somalí de Londres. Años más tarde, al estallar la guerra civil en Somalia y
cerrarse la embajada, Waris, ya mujer, se encuentra ante la amenaza de ser deportada y de
nuevo decide huir. El relato de la vida de Waris es la historia de una joven valiente africana
que emigra a Europa y lucha para erradicar uno de los más crueles y atroces rituales, la
ablación o mutilación genital femenina.
         

                      
   


Desde su conciencia y práctica cultural esta joven había internalizado y normalizado su
situación, hasta llegar a aguantar fuertes dolores a causa de los cortes que le hicieron en
sus genitales. En la confrontación con su amiga se da cuenta que a todas las mujeres son
cortadas. En este caso se ve claramente como el machismo y la cultura patriarcal se impone,
violentando los derechos de las niñas y de las mujeres. Con todo lo doloroso y las
consecuencias que pueden tener estas prácticas, lo que se sobrepone es la idea que la
mujer debe llegar virgen al matrimonio, que el único que debía abrir sus genitales era el
hombre que se casara con ella. Por otro lado, el matrimonio infantil y forzado le roba la
niñez y el derecho a decidir a las mujeres, ya que el que decidía con quién se casaba la hija
era el padre y todo por acuerdos económicos, era una manera de vender a las hijas.
Aunque se han logrado una disminución en estas prácticas por las políticas establecidas
en muchos países de África, dentro de los datos destacables de este objetivo nos presentan
que desde alrededor del 2000, la práctica tradicional nociva de la mutilación o ablación
genital femenina ha disminuido en un 24%. No obstante, la prevalencia sigue siendo elevada
en algunos de los 30 países que disponen de datos representativos. En 2017 1 de cada 3 niñas
de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años habían sufrido esa práctica, en
comparación con casi 1 de cada 2 niñas alrededor de 2000 (Objetivos de Desarrollo
Sostenible, 2018).

En Puerto Rico no se realizan a nivel culturalmente esas prácticas o ritos, ni los
matrimonios infantiles forzados, pero existen otras formas de violentar los derechos de las
mujeres y de las niñas. El hecho que no se den aquí no quiere decir que esto nos exime de la
violación de nuestros derechos a decidir y a gozar de los espacios al mismo nivel de los
hombres, en los ámbitos laboral, sociales y familiar. Al buscar el enlace del video me detuve
en un comentario que observé, que decía que las mujeres de latinas estamos bendecidas por
haber nacido en América, cuando no considero que esto tenga que ver con bendición, sino
más bien con prácticas patriarcales que están impregnadas en nuestras culturas.


Referencia
Bouteldja, Houria. (2013). Raza, clase y género: la interseccionalidad, entre la realidad social
y los límites políticos.  Partido de los Indígenas de la República (PIR), Francia.  Recuperado
a través de: http://indigenes-republique.fr/raza-clase-y-genero-la-interseccionalidad-entre-la-realidad-social-y-los-limites-politicos/

Reyes, P. (24 de abril de 2017). Flor del desierto. Recuperado de   https://www.youtube.com/watch?v=3IJ4SldSwYY&t=658s




Comments

  1. La mutilación genital femenina y el matrimonio infantil forzado son temas que tienen una importancia crucial en el ámbito de los derechos humanos para los países en desarrollo donde todavía predominan estas prácticas culturales. Estos temas contribuyen al debate del relativismo cultural, el cual dictamina que las creencias, tradiciones y normas de las personas se deben entender según el punto de vista de cada cultura en particular. Sin embargo, las implicaciones que tienen estas prácticas para la salud emocional y física de las mujeres y las niñas son perjudiciales y traumáticas, por lo que se deben polemizar y cuestionar con el fin de proponer la implantación de políticas sociales más justas a través de las cuales se respete la dignidad y la autodeterminación de todos los seres humanos. Por lo tanto, es sumamente vital que sigan existiendo espacios para la discusión pública y se continúen abriendo diferentes canales para defender los derechos humanos de las mujeres a nivel individual, comunitario, organizacional y académico con el propósito de promover la igualdad y la justicia social entre los géneros.

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  2. Muchas gracias Ismarie por tu aporte y comentario, en verdad que para la persona que pasa por esta experencia, por más que sea un rito cultural, es una experencia traumática. Estas practicas en verdad es una violación al derecho de autodeterminación de la persona, el derecho a decidir sobre su cuerpo y sobre su futuro y relaciones.

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  3. La mutilación femenina es uno de los más grandes atropellos hacia la mujer y aún más cuando se realiza desde la niñez. Esta práctica es un abuso de poder en toda su expresión y dañan de manera intencional y permanente. Este no posee ningún beneficio a la salud, por el contrario, es causante de hemorragias, infecciones y un sinnúmero de repercusiones incluyendo las de connotación psicológica. Este procedimiento es una violación crasa a los derechos humanos y un ejemplo claro de desigualdad y opresión hacia las mujeres. Culturalmente se ejercen muchas practicas alrededor del mundo que atentan contra la integridad, la salud y la seguridad de las niñas y las mujeres. Como bien mencionaste, en Puerto Rico, aunque este tipo de práctica no se perciba a simple vista no quiere decir que no existen. El problema real existente tras esta practicas son las justificaciones que se le dan a través de la cultura. Se legitima el daño por unas creencias que no tienen ningún fundamento biológico ni médico.

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  4. Como bien señala el escrito, en Puerto Rico tal vez no exista la mutilación femenina, sin embargo, nuestra sociedad vulnera constantemente los derechos humanos de las menores de edad. Con un código Civil de 1930, aún existen disposiciones que establece, por ejemplo: "Los menores de ambos sexos que hayan cumplido dieciocho (18) años de edad no necesitan autorización paterna, del tutor o judicial para contraer matrimonio en aquellos casos en que se pruebe que la mujer contrayente haya sido violada, seducida o esté en estado de embarazo". Si una menor es violada, puede contraer matrimonio con su victimario. Este artículo responde a que en nuestro Código Civil se ve el matrimonio como una "reparación"en caso de violación. Pese a que esto entra en conflicto con otras disposiciones del Código Penal, aún no han sido eliminadas de nuestro Código Civil siendo fuente de derecho.

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